EL VALOR DE LA AMISTAD POR ENCIMA DE LA ADVERSIDAD

Manuel José Montero Vizcaino

* Foto tomada de Internet

Quien creyera que este mundo impredecible y en ocasiones infame intente castigar con vehemencia y crueldad malsana uno de los nobles sentimientos de la naturaleza humana como es LA AMISTAD. 

Las circunstancias actuales han puesto una barrera invisible que ni siquiera el viento con su transparencia y permeabilidad ha permitido unir. 

Afortunadamente, en medio de ese aislamiento perverso, se erige la tecnología como la luz en el camino para contrarrestar y doblegar al verdugo, así no sea con el mismo fervor que genera la presencialidad. Por lo menos, permite mitigar el frívolo rostro del recuerdo que por instantes logra conectarnos, haciendo más apacibles los largos momentos de soledad. 

En medio de manifestaciones esporádicas y espontáneos, algunas imperceptibles, se vislumbra una nueva era del mundo donde el corazón late a través de símbolos y el pensamiento se percibe a través de la escritura y la imaginación. 

Sin embargo, el sentimiento que acompaña cada ser humano ha permanecido incólume ante la dura realidad que carcome la efervescencia del calor humano; no ha permeado el cariño ni la amistad, arma poderosa que mueve el mundo en medio de la incertidumbre. 

Esta situación ha sido refugio de aprendizajes, de hermosos momentos de familiaridad y hermandad, conservando en la mente y en el corazón el más profundo de los sentimientos la amistad, donde muchas veces la razón se ve perturbada por la separación en medio de la angustia. Pero aún así, sigue viva la ilusión, la esperanza y al sosiego que produce el saber que pronto saldremos de esta situación difícil.