DICHOS DE ÉPOCAS AÑEJAS

DICHOS DE ÉPOCAS AÑEJAS

Manuel José Montero Vizcaino




Rescatar la sabiduría popular, es traer al presente el inmenso conocimiento ancestral que nuestros antepasados comunicaban y practicaban con frecuencia; esa forma de expresar sus ideas hacían más fácil la comunicación a veces con cierto contenido sarcástico. 

Los dichos hacían parte de la cotidianidad en su diario acontecer; entre más usados y recordados podemos rescatar:

A caballo regalado no se le mira el colmillo.

A falta de pollo, bueno son los frijoles.

A la tierra donde fueres, haz lo que vieres.

A lo hecho, pecho.

A palabras necias, oídos sordos.

A rey muerto, rey puesto.

A todo puerco gordo le llega su San Martín.

Agua que no has de beber, déjala correr.

Al bagazo poco caso y al mojón poca atención.

Al buen entendedor, pocas palabras.

Al mal tiempo, buena cara.

Al pan, pan y al vino, vino.

Al perro más flaco se le pegan las garrapatas.

Al pueblo que fueres, haz lo que vieres.

Al que a buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija.

Andas del timbo al tambo.

Árbol que nace torcido, no se endereza jamás.

Arriba está, el que pa´ abajo ve.

Arrieros somos y en el camino andamos.

Atézate grapa vieja  que vas pa' un Guayacán.

Barco parado, paga flete.

Barriga llena, corazón contento.

Blanco es, gallina lo pone, frito y con bollo de limpio se come.

Caballo grande, ande o no ande.

Cada cabeza es un mundo.

Cada loco con su tema.

Cada loro en su estaca.

Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.

Caras vemos, corazones no sabemos.

Casa de herrero, cuchillo de palo.

Con candela no hay perro flojo.

Con la vara que mides serás medido.

Cría cuervos y te sacarán los ojos.

Cuanto tienes, cuanto vales.

Cuentas claras, chocolate espeso.

De cualquier palizá, sale un lobo.

De grano en grano, se llena la gallina el buche.

De la calle vendrán y de tu casa te sacarán.

De las aguas mansas, libranos señor.

De noche, todos los gatos son pardos.

De pena se murió un burro en Cartagena.

De poeta y de loco, todos tenemos un poco.

De tal palo tal astilla.

De todo hay en la viña del Señor.

Del ahogao el sombrero.

Del dicho al hecho, hay un largo trecho.

Del mismo cuero sale la correa.

Dime con quién andas y te diré quién eres.

Dios le da pan al que no tiene diente.

Dios los cría y ellos se juntan.

Donde hubo fuego, cenizas quedan.

Donde manda capitán, no manda marinero.

El burro hablando de orejas.

El hábito no hace al monje.

El ladrón juzga por su condición.

El mico sabe en qué palo trepa.

El muerto al hoyo y el vivo al bollo.

El ojo del amo es el que engorda el caballo.

El ojo nunca mira para dentro.

El perro no lo capan dos veces.

El que caya, otorga.

El que come cayado, come dos veces.

El que de ajeno se viste, en la calle lo desnudan.

El que duerme con pelao, amanece meao.

El que espabila pierde.

El que espera lo mucho, espera lo poco.

El que está de malas, hasta un perro se lo mea.

El que fue a Barranquilla perdió la silla.

El que madruga Dios lo ayuda.

El que mucho abarca, poco aprieta.

El que no arriesga un huevo, no saca un pollo.

El que no llora, no mama.

El que no oye consejo, no llega a viejo.

El que no quiere caldo, se le dan dos tasas.

El que ríe de último, ríe mejor.

El que sabe, sabe y si no es jefe.

El que se ríe solo, de su picardía se acuerda.

El que tiene es el que pierde.

En boca cerrada no entran moscas.

En camino largo, siempre hay desquite.

En el camino se emparejan las cargas.

En la variedad está el placer.

Entra como Pedro por su casa.

Eres más terco que una mula.

Escoba nueva, barre bien.

Eso es harina de otro costal.

Estás buscando lo que no se te ha perdido.

Fue por lana y salió trasquilao.

Hasta donde llovió hubo barro.

Hay que hacer de tripas corazones.

Haz el bien y no mires a quién.

Hecha la ley, hecha la trampa.

Hierva mala nunca muere.

Hoy por mí, mañana por ti.

La avaricia rompe el saco.

La cabra tira siempre pa' el monte.

La carrera trae cansancio.

La curiosidad mató al gato.

La fiebre no está en la sábana.

La gracia del peo es que yeda.

La justicia cojea, pero llega.

La justicia es para los de ruana.

La letra con sangre entra.

La mala hierba nunca muere.

La ocasión hace al ladrón.

La ociosidad es madre de todos los vicios.

La ropa sucia se lava en casa.

Llegó Modesto y acabó con esto.

Lo prometido es deuda.

Lo que fuere sonará.

Lo que no mata, engorda.

Lo que no nos cuesta, hagámoslo fiesta.

Los burros se buscan para rascarse.

Los trapos sucios se lavan en casa.

Mal de muchos, consuelo de tontos.

Maluco el bejuco.

Martes 13, ni te cases, ni te embarques, ni te mudes pa' otra parte.

Más enredado que bulto de anzuelo.

Más perdido que calilla en boca de vieja.

Más perdido que corcho en remolino.

Mas vale pájaro en mano, que ver un ciento volando.

Más vale tarde que nunca.

Me tienes hasta la argolla.

Me tienes hasta la coronilla.

Nadie sabe para quien trabaja.

Ni Chana, ni Sebastiana.

Ni fu, ni fa.

Ningún burro mocho quiere ver otro con oreja.

No dejes para mañana, lo que puedas hacer hoy.

No digas de esta agua no beberé.

No es nada que la burra mee, sino la morisqueta que le queda.

No hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista.

No hay mal que por bien no venga.

No hay palabra mal dicha, sino mal interpretada.

No hay pa' gallina bebé, y va a habé para pato bucear.

No hay peor sordo que el no quiere oír, ni peor ciego que el que no quiere ver.

No por mucho madrugar, amanece más temprano.

No tiras peo que huela a guandul.

No todo lo que brilla es oro.

Obras son amores y no buenas razones.

Ojo por ojo, diente por diente.

Ojos que ven, corazón que no siente.

Pa' joderte bicho verde.

Perro que ladra, no muerde.

Perro viejo ladra echao.

Por la plata baila el perro.

Por un oído entra y por el otro sale.

Primero cae un mentiroso que un cojo.

Pueblo chiquito, infierno grande.

Puerca pollera no pierde el vicio.

Puro cuento chino.

Quien a hierro mata, a hierro muere.

Quien dijo miedo después de cagao.

Salimos de Guatemala y nos metimos en guatepeor.

Sarna con gusto no pica y si pica no mortifica.

Se juntó el hambre con las ganas de comer.

Se quedó con los crespos hechos.

Seguro mató a confianza.

Solo ves la paja en el ojo ajeno y no ves la viga en el tuyo.

Tanto va el cántaro al agua, hasta que se rompe.

Todo lo que sube, tiene que bajar.

Todos los caminos conducen a Roma.

Tras de corneao, apaleao.

Un clavo saca otro clavo.

Una cosa es decir y otra es hacer.

Una golondrina no hace verano.

Ver para creer.

Votando pólvora en gallinazo.

Yo conozco al flojo, aunque lo vea sudado.

Yo soy como Juan Palomo, como me las den me las tomo.

Zapatero, a tus zapatos.


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decir las cosas de una manera hermosa y describir la vida sin límites ni medida.